Otro año más hemos vuelto a repetir las colonias de verano con nuestros jóvenes de 13 a 17 años. Muchos de ellos llevaban participando en las mismas desde muy pequeños y una vez ya siendo adolescentes, nos pedían una actividad similar. Sabemos por la propia voz de sus protagonistas lo mucho que significa este campamento para ellos/as y es lo que nos impulsa e impulsará cada año futuro a continuar regándoles días tan maravillosos que recordarán toda su vida.
Este verano realizamos la colonia en los Salesianos del Campello, en Alicante. Este sitio nos llamó la atención por la gran amplitud de espacio para la realización de actividades y, además, está en primera línea de playa, lo que facilita nuestro objetivo de ofrecer a nuestros jóvenes un ocio que probablemente por su situación económica no pueden tener. La playa fue una actividad recurrente cada día y no hubo tarde en que no dejásemos de refrescarnos, coger olas o enterrar casi todo nuestro cuerpo en las arenas de Alicante.
Además de la actividad continuada de playa, hicimos 2 excursiones muy especiales. Un día realizamos una visita al pueblo de Villajoyosa, haciéndonos fotos muy molonas en cada uno de los lugares que nos despertaba curiosidad y entrevistando a sus habitantes tan simpáticos que respondían tan amablemente a las preguntas formuladas con motivo de la gymkhana que debíamos resolver; y en la otra descargamos toda nuestra adrenalina y vivimos emociones fuertes, intensas o relajadas en las diferentes atracciones del conocidísimo parque de Terra Mítica.
También se divirtieron aprendiendo de manera lúdica, dinámica y participativa un montón de valores humanos, que les ayudarán muchísimo en su vida actual de adolescentes y futura de adultos. Aprender a ser empático y ponerse en el lugar del otro, a resolver los conflictos siendo asertivos, a cuidarnos verdaderamente y de manera sana a nosotros/as mismos/as o a evitar los perjuicios hacia la gente antes de conocerlas son algunas de las herramientas fundamentales que disponemos para mejorar nuestro mundo y del todas aquellas personas que nos acompañan en nuestro día a día.
A este aprendizaje en valores se le sumó una variedad de talleres que consiguieron que los chicos/as adquirieran nuevas aficiones y conocimientos. Pudieron aprender diferentes técnicas de pinturas y experimentar con ellas, realizar diferentes malabares y acrobacias, prepararse platos de comida muy deliciosos y exquisitos, descubrir técnicas efectivas de relajación y lo mejor de todo … ¡¡¡ Customizar una camiseta propia que se llevarían en sus mochilas como recuerdo de este inolvidable campamento!!!
Y la actividad física tampoco faltó en el Campello. Una liguilla se disputó con la puesta en práctica de todo tipo de deportes (Balonmano, balón prisionero, rugby …) y estando un equipo formado por todos/as los monitores/as, que a veces ganaba y otras veces perdía de manera abultada por cada uno de los equipos de los acampados/as.
Tras todos estos momentos de juegos, deportes, talleres, excursiones y mucha playa, nos tocó despedirnos. La última noche hicimos nuestra habitual fiesta final llena de espectáculos de magia, bailes, humor y teatro; y el último día nos abrazamos, nos dijimos y escribimos lo mucho que nos queríamos y nos emplazamos hasta el próximo verano 2023.
¡Mil gracias Colliers Internacional porque todo lo escrito en este Post se ha podido realizar gracias a vuestra inmensa generosidad!
